domingo, 11 de febrero de 2007

pobres mujeres profesionales

Hola, ha tenido que pasar mucho tiempo para dedicarme a escribir este tema, también ha corrido mucha agua bajo el puente. Para empezar debo decir que soy la hija mayor de 03 hermanas, fui buena alumna en el colegio, alumna regular en la universidad (regular porque ahi conocí a mi esposo y me dediqué mas al amor) Pertenezco a una familia de clase media baja, viví toda mi vida de soltera en un pueblo joven y desde niña siempre quise salir de ahí, mi madre siempre me inculcó que tenía que estudiar duro para poder trabajar y ser profesional; en esa época de los sermones maternos, recuerdo haber oído ya: para que nunca dependas de un hombre. Como toda hija, pensé que mi adorada madre tendría razón, pero al iniciar mi vida profesional en una entidad prestigiosa que me permitía tener un nivel de ingresos relativamente alto, pude comprobar que no era así.
En plena época de la modernidad, donde efectivamente, las mujeres tienen acceso a mejores sueldos, son reconocidas profesionales y también ocupan cargos gerenciales, nos vemos terriblemente limitadas por nuestras parejas. Durante los mas de 10 años que vengo ejerciendo mi profesión, he podido ver en menor y mayor escala que a pesar de todos los logros obtenidos, las mujeres casadas nos vemos terriblemente limitadas por nuestros esposos. Lo primero que noté fue el caso de una compañera mía, casada, enamorada de su esposo, le gustaba la música criolla, pero lamentablemente si a su príncipe azul, no se le apetecía ir a la reunión, ella no iba.
Otro caso que me impactó mucho y que empezó a preocuparme fue el caso de una jefa que tuve, era la GERENTE de mi área, pero igual, su principe azul ( que encima no tenia un ingreso fijo) era el que definía si ella iba a asistir a tal o cual reunión y encima la golpeaba. Cuando tuvimos la cena de gala por fin de año, ella no asistió, a pesar de haber estado organizando de manera muy entusiasta todos los preparativos. Adivinan los motivos por los que no asistió?, efectivamente, su tierno esposo no quiso asistir. Cuando empecé a escalar posiciones en mi trabajo, como por arte de magia, también a mi, empezó a sucederme lo mismo. Pueden creerlo? Tenía y hasta ahora tengo, que rogarle a mi esposo para que me acompañe a tal o cual reunión y no solo eso, aún cuando ya ha decidido acompañarme, estoy expuesta a cualquier tipo de maltrato y verguenzas en la reunión en la que me encuentro. Y eso no es justo, PROTESTO y quiero invitar a todas las mujeres profesionales que por algún caso esten en la misma situación a que escriban a este blog y protesten también. En algún momento esto se tiene que acabar. Ni que hablar, de que a pesar de que nosotras trabamos también de lunes a sábado en horarios estresantes, los domingos también tenemos que levantarnos temprano a cocinar para el desayuno, lavar los platos, ir al mercado, nuevamente cocinar y así todos los domingos, porque de lo contrario nos juzgan de malas madres, haraganas y demás, como si nosotras no tuvieramos derecho a descansar.
Varias amigas que se encuentran en mi mismo nivel profesional me han contado lo mismo, que si por casualidad, el domingo estan cansadas y no quieren cocinar o en todo caso, solo freír un pedazo de pollo, sus esposos las han juzgado de mala forma y encima obligado a cambiar el menú. Tengo una compañera de trabajo que es guapa y tiene un buen cuerpo y saben que? su esposo la ve gorda (gorda estoy yo) y encima amenaza con cambiarla. Esto realmente es el colmo, habrá alguna forma en que semejantes hombres puedan cambiar o es el divorcio la única forma de terminar con esto. Una puede separar a su familia por esto? Tenía el sueño de tener una hija mujer, pero al ver lo que le espera cuando se case, realmente estoy desistiendo de ello,